jueves, 29 de enero de 2015

La Paciencia de la Tortuga






Desde los orígenes del hombre los animales han jugado un papel fundamental en el devenir de la humanidad, primero como alimentación y luego como símbolos para entender sus inquietudes vitales. Confucio , que no era sospechoso de ser un tarugo, dijo una vez que si le daban a elegir entre un poema y un filete, se quedaba con el filete. El ayuno está bien pero el hambre hace que el ser humano dé prioridad a su instinto de supervivencia antes que reflexionar sobre el origen del Universo. Y es que para pensar hay que estar bien comido.
Cuando aquel homo faber cubrió sus necesidades primarias empezó a mirar al cielo y de ahí a reflexionar quién era. Así, inició un proceso de ponerles nombres a aquellas luces parpadeantes y lo más cercano eran los animalitos que se zampaba en la hoguera de la tribu. No sé si fue ese momento pero desde entonces un concepto quedó clavado en sus incipientes mentes, su transcendencia después de la muerte. Muchos historiadores pondrán el grito en el cielo sobre esta teoría pero al día de hoy, espero que se ocupen de aclarar qué pasó hace unos días con datos que de lo que supuestamente pudo suceder hace decenas de miles de años. 
Aquella Transcendencia hizo que algunos les dieran por dibujar bisontes en cuevas, ser enterrados de una manera concreta y por supuesto entender que aquellos animalitos eran algo más que comida. La Transcendencia, el Arte y el Alma iniciaron un camino inseparable hasta que Montoro subiera el IVA al 21%.

De la tribu pasó a la creación de civilizaciones y el ser humano seguía su andadura junto a sus compañeros animales como parte de su alacena o admiración de sus cualidades.
En Babilonia se representaban como un híbrido entre señor barbudo y águila, en Egipto con cabeza de perros, Hércules tomó como mascota un león, los mongoles sin sus minicaballos no hubieran sido nada, la mitología griega rozaba la zoofilia (por cierto penada con cárcel actualmente en España, quizás por remordimientos de conciencia de algún ministro), y qué decir de las águilas de los estandartes romanos, nazis... en alguna bandera que otra... no digo ná...

Ya llego a la actualidad, tranquilos... Hoy nadie se compara con los animales y eso que los vegetarianos ganan terrenos. Ahora todo va muy rápido, pagas tus impuestos desde casa sin hacer cola, te envían la comida a domicilio con un simple clik, ya no tienes que esperar al sorteo de la lotería porque compras un “rasca y gana” y sabes en el momento si sigues pobre o puedes mandar a tomar por culo a tu jefe. Si algún animal tuviera que representar los tiempos que vivimos no sería la tortuga, lenta, sosa, longeva y con un caparazón a prueba de balas. De hecho, creo que salvo alguna tribu de Oceanía y la formación de combate romana, la tortuga no ha representado civilización alguna... A pesar de eso en la fábula, la confianza de la liebre le hizo perder la carrera ante la constancia de la tortuga... Al día de hoy, quedémonos con la paciencia de la tortuga y la locura de Bugs Bunny. 

No hay comentarios: