lunes, 22 de febrero de 2010

CON UN POCO DE RETRASO...IDEAS PARA UN NUEVO DUELO LITERARIO...

Chicos, perdonad mi tardanza pero por diversas estrategias en las que seguro que el diablo ha metido mano, he pasado más de una semana alejado de cualquier terminal o demás aparatejo electrónico con acceso a internet. No tenía muy claro qué proponeros esta vez, para depestar nuevamentevuestras calenturientas mentes y hábiles plumas. Pero mira, a bote pronto, os propongo no una sino dos ideas que os tienten... La primera:

- Escribir un cuento con las imágenes que os produzcan la canción de Joy Division, "Love will tear us apart". Es un grupillo que estoy redescubriendo poco a poco, así como a sus etílicos y sus estupefacientes amigos de The Factory...Muy oscuro, por cierto, y ya sabéis la tendencia que tengo yo siempre a lo oscuro.

- La segunda opción, pues mira, os propongo escribir un cuento sobre este cuadro de Magritte que creo tiene mucha chicha para sacarle algo ( y no es tan oscuro con los Joy Division).

En fin, compañeros escribanos, esta es mi propuesta para esta semana. Un saludo y a todo aquel que nos lea, también está invitado a colaborar. Las reglas son sencillas, un cuento, o cualquier expresión artística, pero que no ocupe más de un folio. Esa es la única restricción, ah, y con sólo una semana por delante.

Saludos a todos y mucho ánimo... Os hará falta para vencerme en esta nueva lucha barriobajera y literaria...

                                                                         http://www.youtube.com/watch?v=3Ii8m1jgn_M

miércoles, 17 de febrero de 2010

L´ombra della luce


Atardece en el Gobi… las estrellas iluminan con impaciencia el cielo mientras el horizonte anaranjado da paso a un azul marino que pronto se convertirá en L´ombra Della luce… A los lejos, como venidos del más allá, aullidos convertidos en lamentos nos recuerdan que no estamos solos…

Cada estrella compite en su minúsculo blanco parpadeante… la luna retrocede a modo de cuna, meciendo los ojos de aquellos que aún sobreviven en la Nada…

De repente, la inmensidad del Vacío nos devuelve la conciencia de la unicidad del universo… Somos El Todo, Somos La Nada… Somos…

Las estrellas permanecen en su efímero parpadeo…






sábado, 13 de febrero de 2010



    Con las prisas, se le cayó la cuchara de las manos. Tampoco atinaba a ponerse el abrigo, y decidió tirarlo a la cama e irse sin él. Andaba con paso rápido, y prefirió no mirar atrás por temor a arrepentirse. Por una vez en su vida, dejó guiarse por algo que no fueran la razón o sus derivados.



    Aunque en ningún momento hubiera considerado que estaba realmente enamorado, sintió una punzada en el pecho cuando vio, en el lugar donde habían quedado, una ambulancia, y un cordón policial que no le dejaban acercarse a lo que, diez minutos antes, había sido la causa de su nerviosismo, de la caída de la cuchara, y de que fuera en mangas de camisa a tres bajo cero.

jueves, 11 de febrero de 2010

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    Tristeza no era la palabra, aunque el día se empeñaba en que sí lo fuera.

    Las baldosas se sucedían unas a otras, grises. A cada paso, sus movimientos iban perdiendo la uniformidad, volviéndose heterogéneas sus zancadas y sinuoso el avance. Al llegar a su casa, sacó las llaves -no sin antes vaciar el bolsillo entero- y abrió la puerta tras el quinto intento.
Los cadáveres de polillas se amontonaban por los rincones de la casa. La luz que se filtraba por las persianas dibujaba formas por toda la estancia. Aunque quizá era el polvo quien esbozaba las formas, y no las formas en sí mismas.

    Palpando torpemente aquello que se interponía en su camino, dio con el perchero. Dejó su sombrero y continuó por el pasillo, tropezando con los vidrios vacíos. Oscilando como un péndulo que desafía su metódico vaivén, logró llegar a su cama. Deshecha desde hacía semanas, le dio la bienvenida. La agonía pasaba ahora a lo horizontal.
Como cada día, intentó llamar al gato, sin obtener respuesta alguna. Llevaba en aquel rincón semanas -¿o meses?- inmóvil, sereno. Pensó que quizá lo mejor sería seguir su ejemplo, pero al cerrar los ojos descubrió que lo estático dejaba de serlo y que todo giraba alrededor de él, su cama y las botellas vacías, que paulatinamente habían ido reemplazando a los cojines. Un universo demente aparecía a cada tic del reloj, para desaparecer tras el tac. Aunque él hubiera jurado que no tenía reloj.

Nine Lives

Dos más que la de una gato… En cada mirada una vida, en cada vida una historia.


Entrelazados como la hiedra, cada historia converge con otra historia y así el mundo sigue en su giro celeste una vez al día… historias de historias, vidas de vidas… pensamientos, sueños, miedos, sensaciones…alquímicamente mezclados cuya fórmula jamás descubriremos…

Soledad de soledades, Amor de amores… la música suena de fondo…una banda sonora tan particular como el individuo… mientras, la tinta marca a modo de sismógrafos el destino… el color blanco dicta sentencia…

De entre las nubes de un cielo celeste, un rayo de sol se abre camino durante un instante, roza tu rostro, cierras los ojos y durante una eternidad que dura unos segundos sientes que estás en paz… y así, el mundo sigue su giro celeste una vez más…





lunes, 8 de febrero de 2010

POETAS ABANDONADOS

La calle Stuyvesant está dormida los martes por la noche. Nadie se pasea por ella a esas horas. Sólo se escucha a los gatos retozar mansamente debajo de los cartones acumulados en los callejones. Todo el mundo está esa noche apiñado en el bar de Patty´s. Todos los vecinos del barrio, y alguna cara nueva cada semana que se une a las de los parroquianos habituales. Todos se juntan allí para escucharle hablar.  Llega todos los martes a la misma hora y se sienta en el mismo rincón de la barra. Pide su par de botellas de güisqui y comienza a beber. Parece no percatarse de que se ha hecho el silencio cuando él ha entrado, y que todos se han girado, pendientes únicamente de su figura zozobrante y desarrapada. Se detienen los gestos, y hasta las volutas del humo de los cigarros parecen congelarse en el denso espacio. Cesan también los cuchicheos, el tintineo de las copas, el ir y venir de bebedores entre las mesas. Y muy pronto, el extraño personaje, sin previo aviso, tras los primeros sorbos, comienza a hablar. Siempre el mismo ritual, aparentemente anodino, imprevisto. El insólito poeta venido de la nada comienza a contar las historias más extraordinarias, o a recitar los versos más increíbles. Así estará durante las próximas horas. Cada una de esas noches es un misterio…y un milagro. Los párrafos  que persiguieron toda su vida Celine, Miller, Kerouac, Fante, Bukowski y demás malditos, los escupe él con un desparpajo inaudito, con una soltura pasmosa y una hábil decadencia en los gestos. Habla de lugares increíbles, de verdades que en sus labios se tornan bolas de granito, de personajes importantes que llegaron a serlo por seguir sus consejos. Cuenta por ejemplo, como pasó una noche entera en un bar de Lavapies, enseñando a Hemingway lo que era la vida, y como después, cogió su fusil y se fue con los milicianos a matar fascistas a la Sierra de Guadarrama. Eran los días de la guerra civil en España. Fue partisano y francotirador de cantares en Yugoslavia. Se pasó muchos años borracho por las calles de Belgrado. Es un Li Po definitivo, rotundo, ajeno a su poder habla y habla y embriaga con suma facilidad a todos los que le rodean. Sus palabras son precisas, perfectas, intensas, irreprochables. Todas y cada una de las personas que cada martes le rodean encuentran las respuestas a preguntas que incluso no se habían hecho. Anodino, desaliñado, de edad indefinible, es sin embargo, un maestro de las frases, un virtuoso de las parábolas, un perito de las noches. “…luchar por cada minuto es, luchar por lo que es posible en tu interior, de manera que tu vida, y tu muerte, no sea como la suya. No seas como ellos, y sobrevivirás, minuto a minuto…”. Y continúa con frases por el estilo…”hay que morir varias veces para vivir de verdad”. De fondo, siguen sonando las canciones de Segeer o Vinicius, que el camarero ha olvidado apagar. Como todos, también está absorto en el solemne espectáculo que se desarrolla en su bar. No varía su gesto, apenas parpadea, con la colilla apagada entre sus labios, los codos apoyados en la barra y la cara sobre sus manos. No le importa que esa noche apenas haga caja. Nadie se acerca a pedirle otra cerveza, para no interrumpir al poeta que habla, al hombre que desmitifica, al dios hecho realidad. Los oyentes se van empapando de esa preciosa lluvia de palabras, se van embriagando de sus verdades, notan como se van hinchando los espíritus y van resurgiendo los sueños y las esperanzas. Una euforia lenta y callada se va apoderando del local y va aplastando todas las almas. Hasta que se alcanza el éxtasis, un delirium tremens de promesas y léxicos. En cada uno de los asistentes estalla una lujuria de axiomas y quimeras. Pero la noche al fin se acaba, y el extraño personaje se calla, todos van regresando a sus casas. Se transforman en tambaleantes figuras, aturdidas, abrumadas por la esencia de los versos que aun resopla en sus corazones, desperdigándose las sombras por la oscura calle Stuyvesant. Por la mañana, les asaltarán la resaca, el miedo a afrontar los sueños que se desataron por la noche, la rabia de haber masticado una pequeña revuelta pero la conciencia de que no pueden tragarla. Sus almas están definitivamente marchitas, inútiles para la vida. Nadie burlará ya su destino, todos volverán a la rutina, volverán a sus grises empleos, pero volverán también las noches de los martes en el bar de Patty´s. Yo, como ellos, sólo espero ansioso, la llegada de esa próxima noche, en la que vuelva a resurgir el genio. Del nocturno bardo no os puedo decir gran cosa. Comentan por ahí que se llama Goran Zelic, y que es eterno…
 
Dedicado a Pati Morán, una gran
amiga al otro lado del océano... 

domingo, 7 de febrero de 2010

INTO THE WILD


Una y otra vez sonaba… “Hard sun” de Eddie Vedder

Todos morimos un poco cada día. Un día morimos del todo…Entonces viviremos en el recuerdo de algunos y esos algunos también morirán… Para la mayoría, su forma de vivir es quedar en el efímero recuerdo de aquellos que vivirán en el recuerdo de otros… Entonces desapareceremos completamente todos…

Vivir no es sólo Existir. Las piedras Existen y no Viven.

Atrapados en existencias que niegan de plano la Vida, marchamos con la cabeza gacha al unísono como en el cambio de turno en Metrópolis, para volver al subsuelo de donde se alimenta el engranaje de la superficie.

De vez en cuando, de vuelta del trabajo o de la compra, te quedas con la mirada perdida un instante…en esos segundos, un pensamiento pasa por la mente… analizas tu vida en cuestión de milésimas de segundo… sin saber porque, el silencio te invade y en secreto sueñas con recorrer praderas repletas de amapolas rojas, coronar montañas, extender los brazos y en la inmensidad de ese espectáculo de la naturaleza grita a pulmón “VIVAAAAA LAAAA VIDAAAA”… sin aliento, te sientes realmente Vivo…el silencio es roto por la palabra mágica.

Si todo se reduce al canibalismo de un empleo de mierda, ser funcionario, una hipoteca, gente malhumorada por la calle, la Universidad, Gran Hermano, el IBEX 35, la liga de futbol, las revistas del corazón, Facebook, infojobs, un Master, sindicatos, oposiciones, envidias, miedos… La Nada… y acabar en un tanatorio higiénicamente impecable… la repuesta es… “IROS A LA MIERDA”.


Una sola Vida. El Tiempo continua imparable marcando los segundos que nos restan hasta la última expiración… el último soplo de Aire que entrará en vuestros pulmones…

Una y otra vez sonaba… “Hard sun” de Eddie Vedde





“In tempi come questi, la fuga é l´unico mezzo per manternersi vivi e continuare a sognare” Henry Laborit




A JULIÁN, EL MEJOR POETA QUE HE CONOCIDO.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Che gelida manina



El silencio era roto por un rumor que al fondo de la casa sonaba lentamente más y más alto. A cada paso que iba dando, reconocía palabra a palabra la letra de aquella maravillosa melodía… che…gelida… manina… la Bohème… La estancia estaba rabiosamente revuelta como si el dolor hubiera vuelto loco a un tigre herido. El sol ponía en evidencia la paleta de color, la ropa, los muebles eran un todo perfectamente combinado en un arco iris de algodón y madera… Una figura frente a un enorme ventanal, sostenía sus manos en el alfeizar a modo de apoyo, la cabeza gacha y su cuerpo, ponía de su parte para dejar de temblar… Ante la presencia del extraño, dejó de apoyar una mano y sin cambiar su posición apesadumbrada, la levantó como signo de normalidad. El visitante miró el origen de la música y observó que estaba en posición de bucle un solo track, se dio media vuelta y dudó por un instante, movió ligeramente la cabeza y se marchó.


Volvió a poner la mano en el alfeizar…levantó la cabeza…miró fijamente al mundo y con un simple impulso saltó… en la estancia seguía sonando Che Gelida Manina.

martes, 2 de febrero de 2010



    Calcetín, pluma, termómetro, agua, atractivo.
 
    Con rabia, tiró el termómetro al suelo. Ni un atisbo de fiebre que le permitiera abordar una excusa creíble... Tendría que acometer sus temores con valentía, dejar a un lado su lado más cobarde e infantil. Se lavó la cara con agua fría y se vistió: ropa interior, calcetines, camiseta y pantalones vaqueros.
Se miró en el espejo, y durante una fracción de segundo pudo ver a alguien atractivo. Lástima que aquella visión antojadiza se desvaneciera nada más aparecer. No se sentía preparado, pero cogió una hoja, y empezó a escribir. Lo que saliera de allí, poco importaba: la pluma hubiera sabido de sobra que no tenía fiebre, y que era un cobarde.